Saturday, November 3, 2012

La Hora de Acostarse...por el Obispo Daddy John

La Hora de Acostarse...Antes y Ahora
A nuestros lectores:  Este ensayo fue escrito hace más de 60 años...contemplemos en la tecnología y su influencia en nuestros jóvenes y comparemoslo con el ayer y el hoy...

     "Instruye al niño en su carrera: aun cuando fuere viejo, no se apartará de ella".
     "Que nuestros hijos sean como plantas crecidas en su juventud; nuestras hijas como las esquinas labradas a manera de las de un palacio".
     No ganamos nada al hacer comparaciones, cuando somo obligados por las circunstancias a notar en la forma en que son criados y manejados los hijos de padres Cristianos y como lo eran en el corto espacio de hace treinta años.  Bien podemos recordar, es decir la mayoría de nosotros, cuando la hora de acostarse era una devoción religiosa.
     Cada noche a "cierta hora" la madre Cristiana dejaba sus remiendos, que la mayoría de los casos eran un montón, traía la Biblia, mandaba a los hijos que dejaran sus libros o jugetes según fuera el caso, llamaba al esposo quien estaba ocupado arreglando zapatos o remendando monturas y les decía que era la hora para la lectura Bíblica nocturna.  La porción se leía cuidadosamente y con reverencia, sin omitir ninguna parte, porque fuera difícil de comprender.  Se hacían sencillos comentarios, quizá algunas cuantas preguntas por lo niños, y entonces todos se arrodillaban al lado de sus sillas mientras el padre pedía que la bendición de D-s fuera sobre lo que había sido leído y particularmente sobre cada miembro de la familia, con un conocimientos salvador de su redención por Cristo.  ¡Qué tiempos tan solemnes eran esos!  ¡Qué ansiosos nos sentíamos, y cómo el E.S. de D-s contendía con nosotros día tras día hasta que a una temprana edad éramos dirigidos a dar fin al "yo", y al rendimiento a la gracia salvadora de Uno que murió para que nosotros pudiéramos vivir.
    
     Puedo recordar a mi madre arropándonos a cada uno en la cama, lo cual hacía personalmente hasta que tuvimos por lo menos dieciséis años de edad.  Deteniéndose en la noche para prevenirnos a que no dejáramos por mucho tiempo la decisión para rendirnos a cristo.  Con frecuencia ella clamaba con lágrimas en sus ojos para que D-s salvara a todos sus hijos y que la familia estuviera completa en el cielo.  Qué maravillosos agasajos ella tenía para nosotros cuando en las Pascuas se presentaba a la familia con un nuevo libro de "cuentos para la hora de acostarse".  Ella siempre, una o dos veces por semana separaba unos 30 minutos extras para reunirnos en el dormitorio del frente, y nos leía las historias de la Biblia, contadas en una forma agradable para las mentes infantiles.  ¡Cómo ella ponía toda su alma en la lectura, y cuán bendecidas eran las tiernas mentes que la recibían!


  Pero ---espere--- hay un cambio.  Las madres como ésas son escasas en estos días: ya la gente no está contenta en luchar en circunstancias duras, criar grandes familias, sacrificarse y luchar para hacerlos crecer en el temor del Señor.  Ahora, no me entiendan mal.  No he dicho que los padres hayan dejado de amar y proveer para sus hijos, pero sí dije que ellos no se están sacrificando como lo inicíaron una vez, con el objeto de que sus hijos crecieran en los caminos del Señor.  Un gran cambio ha tomado lugar.  Nuestros tranquilos hogares con sus noches de meditación y estudio, de industria y ayuda, se han ido.  Amplias carreteras pasan por las puertas, las máquinas pasan zumbando a 60 o 80 millas por hora, etc., pero ¿cuál es el ruido que proviene del cuarto dormitorio?  Miremos a ver.  Mamá y papá se han ido para la ciudad en su auto.  Han tenido que asistir a una reunión de su Club, que, como saben ustedes, ayuda en los negocios y es educacional.

     A los niños se les ha dejado para que estudien y vayan a dormir cuando quieran.  Pero, por alguna razón, durante muchas semanas, ellos no han ido a dormir temprano.  Papi ha traído un radio a la familia para impedir que se sientan tristes, y ellos han empezado a darse cuenta de lo tristes que estaban.  Por supuesto, él dijo, cuando lo compró, que cada uno debía usarlo en la forma correcta.  Ni jazz ni programas alborotadores: pero usted sabe cuánto duró esto.  Esta noche ellos tienen sintonizado su programa favorito.  El anuncio de la cerveza ha terminado y se oye el silbido agudo de las sirenas y el teclear de las ametralladoras: el estruendo de los motores en carreras, según la policía y los gangsters demuelen las calles con sus viajes.  Después tenemos las historias verdaderas de amor, divorcio y casamiento, codicia y violencia, negocios y deportes.  Las buenas resoluciones se olvidan pronto y desde las 6 a.m. tenemos la música sincepada de "swing", y así el mundo toma posesión de su tiempo y ocupa sus corazones.  Ahora usted me dirá: ¿No se puede derivar del radio mucho provecho? ¿No puede se rusad lícitamente? ¿Mucho de lo que sale al aire es útil e informativo.  Claro está, Satanás no es tonto con respecto a esto.  También en el cinematógrafo hay algo de instrucción, pero mire a la basura que va junto con ello.  Debemos considerar la mente del niño, y en muchos casos también la nuestra, teniendo una vía natural hacia la frivolidad (atando la necedad como un botón abierto en el corazón del niño).  Ellos pronto echan a un lado las retricciones y no se consagran a nada sino a tonterías y emociones.  Noto que los jóvenes, muy raramente se apegan a los programas sanos y sensibles, pero en la mayoría de los casos buscan los episodios y el jazz.

     ¿Qué están haciendo para nuestros niños estos cuentos a la hora de dormir? Para decir lo menos, los están haciendo tener la mente mundanal.  ¿Son nuestros hogares y nuestras reuniones tan edificantes como eran unos veinte años atrás? No.  ¿Por qué? Nuestros niños, nosotros mismo, nuestros hermanos ministros, estamos pasando no minutos, sino enmuchos casos horas al día en el mundo, via radio.  Puedo recordar cuando un Predicador en el hogar, era un terror para los niños.  El siempre estaba preguntando acerca de sus almas.  No se sentaba a leer el periódico, ni a decir chistes.  Era un hombre tranquilo, solemne, piadoso y estudioso.  Tenía poder con D-s, su lengua cortaba como una espada.  Ahora todo esta cambiado.  En muchos casos, él también tiene su programa favorito sabe qué team está ganando y que está pasando en todas partes; en verdad la carne se siente bien en casa con él, y con los anuncios de las cervezas o del tabaco en los hogares Cristianos.  Hoy en día todas las marcas son anunciadas después de la comida, en la noche, y descritas en forma tal, casi para demandar que usted vaya a la primera esquina para comprar una caja o un paquete.

     A la luz de todo esto, vamos a ruborizarnos de vergüenza, quebrar en pedazos nuestros ídolos, confesar nuestros pecados, y clamar a D-s pidiendo gracia para remediar (si es que podemos; yo lo dudo) el mal hecho ya, y los resultados que están por cegar a nuestros hijos, confiando en Él para que salve sus almas.  Vamos a tener el goce de nuestra salvación restaurada, y una vez más que tengan nuestros hijos historietas piadosas y no cuentos mundanales.


¡Atiendan! ¿No oyen al Salmista diciendo: "Venid hijos oídme, el TEMOR de Jah OS ENSEÑARÉ" (Sal. 34:11).
Creemos que el factor más grande que está minando nuestra vida espiritual reside en nuestros hogares: EL RADIO.  "Hijitos, guardaos de los ídolos" (1Jn. 5:22).  "Si alguno ama al mundo, el amor del PADRE no está en él" (1Jn. 2:15).